Ola Bini: 2 años de persecución gubernamental

El 11 de abril del 2019 Ola Bini, director técnico del Centro de Autonomía Digital (CAD), desarrollador de software libre, experto de categoría mundial en privacidad y seguridad, además de ser un reconocido defensor de los Derechos Humanos, fue detenido en el Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito cuando se disponía a viajar a Japón para asistir a un entrenamiento de artes marciales. ¿El detonante? Declaraciones de la entonces Ministra del Interior, María Paula Romo, asegurando que en el país existirían hackers emprendiendo actividades de desestabilización en contra del gobierno ecuatoriano; afirmación en la cual nunca se mencionó el nombre de Ola, sin embargo se desplegaron todos los esfuerzos para construir un caso de manera apresurada y sin elementos suficientes que permitieran inculparlo y apresarlo, ignorando así el principio de presunción de inocencia.

Lo que parecía ser una retención con fines investigativos, terminó convirtiéndose en un proceso de persecución gubernamental desmedida que hoy, habiendo transcurrido 2 años de dicho suceso, no parece estar cerca de terminar.

Acusado en un inicio de atacar la integridad de sistemas informáticos sin prueba alguna, Ola permaneció encarcelado por 70 días. Su salida de la prisión fue garantizada mediante la acción de un Habeas Corpus que determinó la ilegalidad e ilegitimidad de su detención, sin embargo, ello no significó el fin de la persecución legal en su contra, pues hasta el presente día, enfrenta un nuevo cargo por supuesto acceso no consentido a sistemas informáticos, Ola continúa a la espera de que en una audiencia preparatoria de juicio, se decida su futuro. A esto se debe agregar que la persecución no se reduce únicamente a lo relacionado a la esfera jurídica del caso, sino que Ola y sus allegados son víctimas de vigilancia permanente por parte de agencias de inteligencia del estado, quienes a más de seguirlo a todas partes, también han emprendido intentos de vigilancia tecnológica en su contra.

Llama profundamente la atención la forma en que los operadores de justicia en distintas instancias violan repetidamente el derecho de Ola a un trato justo, oportuno y apegado al debido proceso, pues en repetidas ocasiones, incluso altas personalidades de las esferas del poder político ecuatoriano no han dudado en intervenir en el caso, vulnerando la independencia del sistema judicial.

El caso de persecución en contra de Ola Bini sienta por si mismo un precedente peligroso en la región y el mundo, puesto que se está persiguiendo y criminalizando el conocimiento de tipo técnico muy propio del trabajo cotidiano de quienes, como Ola, buscan fortalecer la seguridad y privacidad de las personas en el mundo digital. Cabe mencionar respecto a esto que en una de las últimas diligencias judiciales seguidas en el proceso, una de las partes acusadoras catalogó como claramente criminal el hecho de que Ola utilizara Tor para sus actividades, poniendo de manifiesto el claro desconocimiento técnico respecto a la importancia de dicha herramienta para la protección de derechos humanos fundamentales como lo son la privacidad y el anonimato, aspectos vitales para garantizar la libertad y transparencia en el devenir democrático de las naciones.

Es importante resaltar las grandes contribuciones de Ola con relación al software libre, la defensa de la privacidad y la seguridad, a lo largo de sus 30 años de experiencia en el desarrollo de software. Entre algunos de sus proyectos están: sus contribuciones para JRuby project, JesCov, CoyIM, Gosecco para Subgraph, Enigmail, proyecto Tor, Let’s Encrypt, OTRv4, Libgoldilocks, el proyecto DECODE y muchos más.

Organizaciones locales e internacionales han expresado su preocupación por la manera en que se está librando el proceso judicial en contra de Ola Bini a través de pronunciamientos particulares y conjuntos. Entre ellas están: la Organización de Naciones Unidas, la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Electronic Frontier Foundation, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, Access Now, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Artículo 19, Derechos Digitales, la Asociación de Software Libre del Ecuador, INREDH, Indymedia, Internet Bolivia, Fundación Karisma y muchas más.

En vista de la falta de garantías ofrecidas hasta el momento por el sistema judicial ecuatoriano para que Ola Bini tenga un juicio justo apegado al derecho, expresamos nuestra profunda preocupación y al mismo tiempo exigimos que cese la desmedida persecución en contra de Ola y todos quienes como él, luchamos por construir una Internet mejor.

¡Basta ya de persecución y criminalización! ¡Defender el derecho a la privacidad no es un delito! ¡Defender el acceso al software libre y abierto es un acto de resistencia!